The Preacher es una metáfora audiovisual que desde una estética documental ataca la temática mística con el único objetivo de poner de relieve otras situaciones contradictorias de la realidad mediatizada en la que vivimos. Esta videocreación pone de manifiesto la contaminación de la cultura contemporánea que asume como propios los parámetros de realidad comunes en los medios de comunicación. Lo que importa no es lo que ocurre, sino que los hechos puedan o no haber ocurrido. En The Preacher lo anónimo se convierte en público y el hecho fortuito en espectáculo.

En la grabación un predicador improvisa su sermón en plena urbe del S.XXI y conforme avanza el tiempo nos surge la duda sobre la veracidad de los acontecimientos. Hipnotizados por los movimientos acompasados de los pies del predicador y el eco de su voz amplificada, no esperamos más que una conclusión razonable de este episodio de ascesis y mística urbana. Pero para nuestra sorpresa, tres "hooligans" adolescentes increpan a nuestro predicador, burlándose de él y dirigiéndose a la videocámara, percatándose de su existencia. En este instante nos asalta la duda y cuestionamos la veracidad de la grabación: ¿Quizás exista un guión camuflado tras los efectos del azar o la espontaneidad de los sujetos que intervienen? ¿Entonces hablamos de acción o de actuación?¿Nos situamos ante una videografía realista o simplemente una ficción encadenada en la propia narrativa del montaje? ¿Provocación contenida o inclusión del error en las dinámicas propias del proceso creativo?

El aquí y el ahora, se redimensionan en esta pieza poniendo de manifiesto las ambivalencias de lo cotidiano, donde el azar y el deseo de archivo desencadenan la creación de nuevas formas de mitología en el inconsciente colectivo.